Señor Director:
Los economistas firmantes hacemos un llamado a las autoridades para que impulsen un proceso transparente y eficiente para administrar bienes públicos escasos y de gran valor estratégico, como lo es el espectro radioeléctrico.
En las últimas asignaciones de espectro radioeléctrico en Chile se han usado criterios de asignación que tienen importantes elementos de discrecionalidad, que no promueven suficientemente la competencia y que dejan en manos de los ganadores rentas que pudieron beneficiar a los usuarios y contribuyentes.
En contraste, el criterio de asignación utilizado en los países desarrollados es el de las licitaciones, propuesto hace más de 50 años por Coase y Vickrey, ambos ganadores del Premio Nobel de Economía. En una licitación, la adjudicación de espectro se basa en las ofertas económicas que las empresas están dispuestas a pagarle al Estado (además de consideraciones de resguardos pro-competitivos como límites a la tenencia de espectro, reservas para potenciales entrantes, etcétera).
La experiencia internacional y la literatura económica han demostrado que las licitaciones poseen al menos tres grandes ventajas respecto del obsoleto método que se usa en Chile (se le conoce como “concurso de belleza” en la literatura especializada).
Primero, una licitación distribuye el espectro de manera eficiente, pues privilegia a las empresas que esperan atraer una mayor cantidad de clientes y, por lo tanto, pueden pagar más en el proceso. Además, define derechos de propiedad en forma clara, lo que fomenta la inversión en el sector.
Segundo, la licitación es un método transparente de asignación. Bajo procedimientos alternativos como el utilizado en Chile en la actualidad, la burocracia del Estado define los criterios técnicos para adjudicar y evaluar las ofertas, lo que favorece prácticas arbitrarias, siendo terreno fértil para el favoritismo y la corrupción.
Finalmente, y a diferencia de los concursos de belleza, las licitaciones permiten recaudar montos importantes, los que pueden ser invertidos en el largo listado de tareas públicas pendientes.
Felipe Balmaceda; Leonardo Basso;
Ronald Fischer; Andrés Elberg;
Eduardo Engel; Ramiro de Elejalde;
Nicolás Figueroa; Gastón Illanes;
Jorge Lemus; Marcelo Olivares;
Carlos Noton
Académicos de Northwestern U., U. Alberto Hurtado,
U. Católica, U. de Chile, U. Diego Portales, U. of Illinois
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Fuente: Cartas – El Mercurio – Domingo 28 de octubre 2018
