La transformación digital de las comunicaciones empresariales comienza por revolucionar la forma en que funciona la telefonía. Es decir, la transición de la telefonía convencional a una que utiliza la red de internet o ancho de banda. Esto es algo que todos pudimos conocer al momento en que comenzamos a realizar nuestras primeras llamadas telefónicas por internet en aplicaciones como Skype, y nos dimos cuenta de que era fácil, rápido y, lo más importante, mucho más barato.
En la actualidad, la mayoría de las empresas han modernizado sus sistemas de telefonía para realizar llamadas telefónicas mediante VoIP y telefonía IP. Y si bien es cierto que tienen una estrecha relación y muchos utilizan estos conceptos como sinónimos, existen algunas diferencias que es importante notar.
En palabras simples, la diferencia entre VoIP y telefonía IP es:
VoIP se refiere a la tecnología voip voice over ip, también conocida como voz sobre IP, mientras que la telefonía IP es el servicio que se vale de esta tecnología para transmitir la voz mediante protocolo de internet.
VoIP son las siglas en inglés que significan “Voice over Internet Protocol”, que en español se conoce como Voz sobre IP. Es decir, VoIP corresponde a la tecnología que hace posible digitalizar la voz de una llamada telefónica y transformarla en forma de paquetes de datos los cuales se envían a través de internet o, más precisamente, mediante un protocolo IP.
Por otro lado, la telefonía IP hace referencia al servicio de comunicación telefónica que es posible ofrecer mediante la tecnología VoIP, emulando los sistemas de telefonía convencional. En otras palabras, la telefonía IP corresponde a la infraestructura y programación necesaria para habilitar un sistema de comunicación telefónica mediante un protocolo de internet.
De esta forma, una empresa puede tener una única centralita virtual con protocolo IP para realizar llamadas a todo el mundo, manteniendo o cambiando sus números de teléfono y obteniendo una serie de beneficios en eficiencia, flexibilidad y costos.
Con la telefonía convencional, era necesario instalar en las oficinas una multitud de cables de conexión y aparatosos equipos de centralitas telefónicas físicas. Con la tecnología VoIP y los servicios de telefonía IP esto ya no es necesario, ya que es posible crear una central virtual y conectar la comunicación de diversas oficinas remotas. Esto permite reducir costos y tiempos de instalación a la vez que se mejora la eficiencia y flexibilidad del sistema.
Hoy en día con la tecnología VoIP, una empresa puede contratar un servicio de telefonía IP, y en cosa de un par de horas tenerlo plenamente funcional para comunicarse con todos sus colaboradores y clientes.
Otra de las grandes ventajas de las tecnologías VoIP y la telefonía IP, es la posibilidad de acceder a las extensiones desde cualquier lugar con una red de internet y buen ancho de banda. Además, mediante los programas adecuados, es posible utilizar diversos dispositivos como computadores, tablets o celulares. Así, el teletrabajo y la distancia entre colaboradores deja de ser un problema para las empresas, las que pueden seguir comunicándose entre sí y con sus clientes de manera eficiente y efectiva.
Por consiguiente, la tecnología VoIP, los servicios de telefonía IP y las centralitas telefónicas virtuales, son el gran salto de las empresas en la transformación digital de las comunicaciones.